MANUEL AREVALO


Manuel Arévalo Cáceres, nació en Santiago de Cao el 15 de octubre de 1903, este histórico pueblo esta ubicado en la costa norte de la región La Libertad, Manuel, se casó con Edelmira Huiman, de aquel hermoso matrimonio nacieron dos niños, Víctor y Manuel.
Arévalo comenzó a trabajar cuando apenas empezaba a dejar su niñez, lo hizo entre los años 1913 y 14, en la hacienda Chiquitoy, lugar en el que realizó labores de desyerbe, luego, a los 13 años de edad pasó a trabajar a la hacienda Cartavio, allí, se desempeño como ayudante en el laboratorio de química, y antes de cumplir los 15 años, fue a trabajar a la hacienda Roma en calidad de ayudante de mecánica, en 1919 cuando tenia 16 años, ingresó a trabajar a la hacienda Casagrande como oficial de mecánica.

Arévalo Cáceres, en plena adolescencia asumió el liderazgo de los trabajadores, y por primera vez, entregó en la mano del administrador de la hacienda el pliego de reclamos, por esa actitud valiente fue capturado por la policía y hecho prisionero junto con varios de sus compañeros de labores, ante éste abuso, sus hermanos trabajadores iniciaron una huelga exigiendo su libertad y el cumplimento del petitorio; al final, la huelga triunfó y sus peticiones fueron atendidas, los presos liberados, y a la patronal no le quedó mas que reconocer los derechos solicitados en el pliego. Por ésta gran conquista, Manuel Arévalo fue despedido y deportado al Callao; a raíz de ésta jornada de protesta, las tropas militares se instalaron en el valle Chicama.
Pasó un corto tiempo, y Arévalo regresó a La Libertad, ingresando a trabajar en la maestranza ferroviaria del puerto Chicama, luego se fue a trabajar a las minas de Quiruvilca, en 1922, cuando Haya de la Torre vuelve a su tierra materna a visitar a sus padres, Antenor Orrego se lo presentó; en 1924, Manuel Arévalo vuelve a la ciudad de Trujillo e instala su taller de mecánica en el barrio La Unión.

Manuel, fue de origen humilde, su condición económica y social no le permitió realizar sus estudios en forma regular, por esa razón, sólo cursó estudios primarios, su vida se forjó en la adversidad y eso le permitió desarrollar física e intelectualmente su personalidad.
Con orgullo Aprista, decimos que fue el primer autodidacta, ejemplo digno para la juventud que quiere hacer política.
"Obrero e intelectual, valiente e inmaculado", así se refería Ciro Alegría de Manuel Arévalo; fue un hombre limpio, responsable y organizado, nunca perdió un instante de su vida y se preparó incansablemente para los retos que ésta le depararía, deportista nato, siguiendo el ejemplo de Haya de la Torre, fundó el Club de futbol, Sport Unión.

Arévalo Cáceres, fue amigo y discípulo del Amauta y líder del Grupo Norte, Antenor Orrego, de este grupo salieron: Víctor Raúl, César Vallejo, Alcides Spelucín y Américo Pérez Treviño, entre los mas recordados.

En 1931, Haya de la Torre regresó del destierro, incorporó al partido del pueblo a dirigentes de la reforma estudiantil, a destacados Anarco Sindicalistas y a dirigentes obreros. Arévalo Cáceres, lector incansable, estudió el anarco-sindicalismo y se incorporó de lleno a la lucha política. Víctor Raúl, le encargó la organización regional del norte, y en 1931, el pueblo lo eligió como Constituyente.
En el ejercicio de su labor parlamentaria se enfrentó contra los acólitos del dictador de turno, fue un destacado defensor de las leyes que consagraban los derechos de los trabajadores, participó activamente defendiendo a los campesinos de Oyolo y mal Paso, puso su pecho frente a las balas asesinas que los esbirros de la tiranía disparaban contra sus hermanos campesinos de Paiján.

El tirano Sánchez Cerro, no soportó la lealtad, la consecuencia y la transparencia de los Constituyentes del pueblo, por eso clausuró los periódicos, abrió las prisiones para sus enemigos e inició una terrible persecución; cerró el Congreso, lo mutiló, y expulsó a los 27 diputados Apristas y a un Descentralista; así partieron a Panamá contra su voluntad, uno de ellos fue Manuel Arévalo, que trabajó en el Canal, como mecánico.
El destierro no le permitió participar en la revolución de Trujillo 32, ni estar junto al gran Búfalo Barreto el 7 de Julio, con quien había diseñado el levantamiento popular, cuando este hecho histórico sucedía, Arévalo cruzaba Colombia de regreso a Perú para incorporarse en el gran levantamiento popular.

En 1933, ingresó clandestinamente a nuestra patria, el Jefe de nuestro Partido estaba preso en el Panóptico -cárcel ubicada en el centro de Lima- Haya de la Torre, desde la prisión lo ratifica como Secretario Regional del Norte y le delega poderes especiales de Jefe del Partido.
Manuel Arévalo Cáceres, hizo honor a tan alta investidura y demostró la clase de acero con el que había sido forjado para la lucha popular, su trabajo como líder no se hizo esperar, el Norte, como todo el país conoció de su presencia y entrega en el trabajo político, organizó una red humana jamás vista en la historia organizacional política del país, cuyos frutos sirvieron para que el Aprismo renaciera con fuerza en los años siguientes.

Benavides Larrea, que manejaba el poder, sentía pánico al saber que Manuel Arévalo era el hombre que organizaba y lideraba la resistencia popular en nuestra patria, por esa razón, ordenó su captura; un judas, un traidor, un soplón infiltrado en el partido lo delató y por ese motivo fue capturado el dos de febrero, fue hecho prisionero en la base de Mansiche y enviado a las mazmorras de la policía secreta en Trujillo. Allí le destrozaron los huesos, la orden era asesinarlo, y por ese motivo lo trasladaron a Lima con las manos enmarrocadas y los pies engrilletados. El 15 de Febrero de 1937, fue asesinado por tres delincuentes a ordenes de Damián Mustiga -jefe de la policía secreta- los asesinos conocidos como: "el chino polo", "saldariaga" y "espantoso", lo bajaron del camión en el que lo trasladaban, y agonizando y sin aliento alguno, lo tiraron sobre el suelo de las pampas de Colorado Chico -paraje solitario ubicado entre Huarmey y Pativilca- en esas condiciones le dispararon 15 tiros por la espalda. Sus restos fueron enterrados en una tumba clandestina en el distrito de Supe, los compañeros lograron rescatar su cuerpo y ponerlo en manos del Jefe del Partido para su posterior sepultura; tiempo mas tarde, en una redada de la policía secreta, ésta se apropio de los restos mortales de Manuel Arévalo, y hasta hoy día no sabemos en que lugar de nuestra patria se encuentran.

Cesar Lévano, en un brillante artículo lo llamó: "Obrero Insólito", Antenor Orrego, su maestro, describe así a su mejor alumno: "peón de campo, mecánico experto, cerebro radiante y organizado perfectamente para la acción y la comprensión del pensamiento mas profundo, hombre de sensibilidad fina para la estética".
Víctor Raúl, en su momento dijo: "En caso de mi muerte, mi voto es para que Arévalo sea el Jefe del Partido".

Manuel Arévalo Cáceres, no solo fue un luchador y mártir de la justicia social, cuyo ejemplo debemos admirar y seguir, sino que también es un Apóstol del APRA, su entrega y el sacrificio de su vida está grabado para la eternidad en el martirologio que el pueblo lleva en su corazón.
El lema que nos entregó: Fe, Unión, Disciplina y Acción, es la bandera que debemos mantener en alto todas las generaciones para que la obra redentora del Aprismo continúe, y así, logremos cumplir con su hermoso sueño de liberar a nuestros pueblos para lograr el desarrollo de pan con libertad.

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