LA CONSTITUCIÓN DE HAYA DE LA TORRE.

Según la historia constitucional del Perú, la de 1979, fue la undécima, y lleva la firma del político peruano más importante del siglo XX, Víctor Raúl Haya de la Torre; la constitución la firmó, el medio día del 12 de julio de 1979, en Villa Mercedes, Casa Museo ubicada en el distrito de Ate-Vitarte, Lima, Perú. Han transcurrido mas de cuarenta años, y los peruanos no debemos olvidar que esa Constitución fue producto de la concertación realizada entre todas las fuerzas políticas allí representadas.

Pero también es bueno recordar que este hecho histórico sirvió para terminar con el antiaprismo que la derecha mercantilista, el militarismo, un sector del clero y el comunismo criollo desataron desde que Haya de la Torre, el Apra, y el Partido Aprista Peruano aparecieron en el escenario político nacional y continental, levantando las banderas por la anhelada justicia social de pan con libertad.

Todos los peruanos sabemos que el 3 de octubre de 1968, Juan Velasco Alvarado, dio un golpe de estado, y en 1980, ese régimen, con el presidente Francisco Morales Bermúdez Cerruti, llegaba a su fin, la Constitución, fue trabajada en la transición de la dictadura a la democracia.

Esta Constitución que defiende los derechos humanos, los derechos sociales, políticos, económicos y laborales, de los ciudadanos peruanos; Constitución, que aseguraba las condiciones materiales y espirituales para todas las personas nacionales o extranjeras que deseaban invertir sus capitales en nuestro país, con la única condición de respetar las leyes nacionales y asegurar el crecimiento económico y nuestro desarrollo humano. Esta Constitución, que puso a la persona como el fin supremos de la nación; Constitución que en su esencia recogía el interés nacional de los productores y ciudadanos de nuestro país; fue pisoteada el 5 de abril del año 1992, por Alberto Fujimori Fujimori, quien fuera elegido democráticamente el año 1990; sin embargo, dio un auto golpe de estado, cerró el Congreso de la República y asumió las facultades legislativas y judiciales so pretexto de terminar con el terrorismo, la híper inflación, y la corrupción.

Fujimori, con ese auto golpe se había convertido en dictador, entonces, fue presionado por el pueblo peruano, que, en innumerables movilizaciones nacionales le exigieron restaurar la libertad y el orden democrático en nuestro país; producto de la protesta popular fue que convocó a elecciones para elaborar una nueva Constitución. Desde aquel momento, los peruanos, especialmente los apristas hemos luchado incansablemente por restituir la Constitución del año 1979.

Los tiempos de elecciones presidenciales que vinieron después del régimen fujimorista sirvieron para ofrecer el oro y el moro a fin de hacer realidad esta esperanza, pero los hechos demostraron que solo querían los votos del pueblo aprista, es así, como todos los candidatos presidenciales y congresales, sin excepción, como siempre, se burlaron de la fe y de la voluntad popular, y todo quedó en una simple oferta electoral.

A pesar de estos sinsabores y desengaños los apristas no cejamos en el empeño de luchar por su restitución; por eso, vale la pena resaltar que en setiembre del año 2006 nuestro compañero Wilbert Bendezú Carpio, siendo secretario nacional de organización, organizó una extraordinaria movilización en Lima, la misma que abarcó mas de veinte cuadras, según podemos recoger de la información que dieron los medios de comunicación en aquel tiempo; y la segunda, con carácter nacional, en el mes de julio del 2007.

Por esa iniciativa, fue destituido de su cargo de secretario nacional de organización, entonces, por simple curiosidad política, seria bueno saber quienes eran los dirigentes nacionales de aquel tiempo y quien fue él que estaba por encima de ellos que impartió la orden para destituirlo.

Bendezú, no ha cejado en su empeño y es uno de los abanderados en la lucha para volver a retomarla, el brío de las nuevas generaciones y la experiencia de los veteranos y demócratas de nuestra patria, serán factores importantes para volver a ella. Los ajustes que sean necesarios hacer para proteger los derechos fundamentales de las personas y de los productores nacionales y extranjeros siempre serán bienvenidos, adecuándolos, definitivamente al mundo cambiante.

Un recuerdo o reconocimiento especial, que merece la pena resaltar siempre, desde las canteras del Apra y del sector  democrático de nuestra querida patria, es, a nuestro gran aliado voluntario, que tuvo la libertad, la democracia y Haya de la Torre. Me refiero al ilustre político peruano: Luis Bedoya Reyes, extraordinario abogado, gran formador de jóvenes políticos, Maestro, que supo llegar y legar, con sus votos, primero, la Presidencia de la Asamblea Constituyente, luego, con su democrático consejo, hizo posible que Víctor Raúl Haya de la Torre, firmara de la Constitución, en Villa Mercedes.

Comentarios