LUIS NEGREIROS VEGA.


El 23 de marzo de 1950, el Perú vivía bajo el régimen dictatorial encabezado por Manuel Odría Amoretti, en aquel entonces, compartía el poder con su compadre, el general, Zenón Noriega, que a la vez fungía de Vice-presidente.
Como es sabido por la historia, Odría se levantó el 27 de octubre de 1948 contra el presidente José Luis Bustamante y Rivero, que fuera elegido constitucionalmente el año 1945; Odría Amoretti, lo sacó del poder en nombre de su llamada "revolución restauradora", a partir de entonces encabezó una junta militar con la que dirigió los destinos de nuestra patria, hasta el año 1950; año que convocó a elecciones fraudulentas, y las ganó porque fue candidato único.

Odría, se convirtió en enemigo gratuito del APRA y de Haya de la Torre, al hacer suyo el pedido del gabinete ministerial compuesto por personajes anti-apristas azuzados por agentes del comunismo; el acuerdo fue sacar fuera de la ley al Partido Aprista Peruano, PAP, o Partido del Pueblo, que había trabajado intensamente para recuperar la libertad y la democracia en nuestra patria, una vez aprobado el nefasto acuerdo del gabinete opuesto al APRA, se inició la persecución mas cruenta y despiadada contra nuestro partido, contra sus principales dirigentes y contra nuestro líder indiscutible: Víctor Raúl Haya de la Torre, quien el 03 de enero de 1949, por acuerdo del Comando Nacional de Acción del PAP, se vio obligado a solicitar asilo en la embajada de Colombia ante el peligro inminente de ser asesinado, asilo que duró hasta el 6 de abril de 1954 -al hacerse efectiva la resolución de la Corte Internacional de la Haya- El odio visceral del anti aprismo fue terrible, tan es así que la tiranía de aquel tiempo le negó la nacionalidad peruana y Víctor Raúl partió al exilio con pasaporte uruguayo.
Odría, como cualquier tirano, cerró el congreso de la república y gobernó por decretos leyes. A ese periodo nefasto de nuestra vida nacional se le conoce con el nombre del "Ochenio".

El siniestro Alejandro Esparza Zañartu que fungía de ministro de gobierno y Policía, hoy ministerio del interior, fue el hombre que bajo la sombra actuaba como el brazo armado y represivo de la tiranía, su función fue perseguir a los dirigentes del APRA, Esparza Zañartu fue el ejecutor de violar los derechos humanos y políticos en nuestro país, y uno de los autores importantes de la represión, del encarcelamiento, del destierro, y de los asesinatos de miles de apristas y luchadores sociales y populares que cayeron bajo sus garras.

Luis Negreiros Vega, nació en la provincia de Pomabamba, ubicada en la región Ancash, desde muy joven trabajó en el tribunal marítimo con el grado de cabo, y con ese rango, el año 1931 participó en la rebelión policial comandada por el general Pedro Pablo Martínez. En julio del año 1932, se convirtió en un activo combatiente de la revolución de Huaraz, por su valentía y lealtad se convirtió en lugarteniente del mayor Raúl López Mindreau y de Carlos Phillips, por éste valeroso hecho fue sentenciado a prisión por la corte militar, después de purgar prisión salió en libertad el año 1938.

Una vez libre, ingresó a trabajar como motorista, y tiempo después fue elegido secretario general de la federación de motoristas, conductores y anexos; así fue como se convirtió en un excelente dirigente sindical y luchador político, desde esa posición realizó un extenso trabajo aprista en todo el país.
El primero de mayo de 1944, junto con Arturo Sabroso Montoya, frente a la tumba de José Carlos Mariátegui, pronunció un bello y encendido discurso, y en ese solemne acto propuso la creación de la Confederación de Trabajadores del Perú -la gloriosa CTP- luego, fue elegido como su primer secretario nacional de organización, desde ése cargo organizó las uniones sindicales en todo el país; con ellas realizó innumerables huelgas de protesta contra las medidas abusivas de la patronal y contra las atrocidades que cometía a diario la tiranía de turno.

Organizó a los obreros y a los campesinos en toda nuestra nación, desde su puesto de lucha combatió enérgicamente a los patrones y empresarios abusivos, consiguiendo beneficios económicos y laborales para sus hermanos trabajadores, fue así como los braceros de la caña de azúcar, los obreros, de la fabricas y de las minas y los petroleros del norte, obtuvieron beneficios que antes les habían sido negados; su liderazgo alcanzó el plano internacional, y por ese hecho fue miembro activo de la OIT -Organización Internacional del Trabajo- fue uno de los miembros importantes que ayudó a organizar y a consolidar la Confederación Interamericana de los Trabajadores -CIT- que mas tarde se convirtió en la ORIT.

El año 1948, cuando Arturo Sabroso Montoya cayó prisionero bajo la bota de la tiranía de Odría, Negreiros Vega asumió las funciones de la Secretaría general de la CTP, y al mismo tiempo compartía la responsabilidad de la Secretaría General Colegiada del Comando Nacional de Acción del PAP junto con Carlos Manuel Cox y Luis Felipe de las Casas; cuando el Jefe del APRA fue obligado a asilarse, y al caer prisioneros: Cox y luego de las Casas, inmediatamente, Luis Negreiros Vega asumió las funciones de la Secretaria General del partido; ésta etapa crucial y difícil que le tocó vivir en plena tiranía -tiempo sangriento y cruel que tuvo el Perú- fue para Negreiros Vega, la prueba de fuego de su lealtad y formación aprista, le tocó reconstruir los destrozados y perseguidos cuadros del partido, le tocó mantener viva la fe y la esperanza en los momentos mas aciagos de nuestra historia partidaria y peruana, el lema de Phillips: "solo Dios salvará mí alma y solo el Aprismo salvará al Perú", lo mantuvo con fuerza para dirigir la lucha contra la tiranía.
Luis Negreiros Vega, hombre de coraje a toda prueba, heredero del heroísmo de Salomón Ponce y Alarcón Vidalón, de los mártires del 32, de Felipe León, de Búfalo Barreto, de Carlos Phillips, de López Mindreau, y de Arévalo Cáceres, lo convirtieron en un luchador incansable contra los abusos de las tiranías de turno, rebelde por naturaleza contra la injusticia; hombre de pueblo nacido en el Perú profundo, hijo de los Apus, de los ríos, de los valles y montañas de nuestra patria, jamás se doblegó ante nadie, ¡mil veces desafió a la muerte!, fue un hombre de lucha a carta cabal, su espíritu guerrero lo llevó al sacrificio para lograr la justicia social, jamás le dio tregua a la tiranía y dedicó cada segundo de su vida a la acción política para lograr la libertad y la democracia en nuestra patria.
"Mi vida está hecha para salvar tu vida", "Tú eres el Jefe, eres el único que tiene derecho a vivir, el resto, somos perecederos": le dijo a Víctor Raúl, aquel día, antes que nuestro Jefe partiera al asilo, así fue, y cumplió su palabra hasta el último segundo que tuvo aliento de vida. El canto que el pueblo le dedicó es contundente porque narra lo que en vida fue nuestro querido Mártir:

"fue allá en Petit Thouars
que se vio disparar
en emboscada artera,
a un grupo de soplones 
sobre tu pecho heroico
de bravo luchador,
de aprista de avanzada
que nunca desmayaba 
en su incansable empeño
por la revolución".

El 23 de marzo de 1950, la tiranía encabezada por Odría y sus compinches: Zenón Noriega y Esparza Zañartu, cumplieron al pie de la letra su siniestro plan, asesinarlo, fueron 23 balazos por la espalda, nuestro Mártir Luis Negreiros Vega, fue abatido cumpliendo su trabajo político y gremial, su palabra empeñada al Jefe del Partido, "los muertos también sabemos esperar", ha quedado grabada para que la historia peruana recuerde bien que ninguna dictadura, ninguna tiranía, puede detener el heroico ejemplo dejado por nuestros mártires, como el ejemplo de Luis Negreiros Vega.
¡Negreiros Vega Vive!
¡Gloria y honor al mártir del pueblo!

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