El año que termina deja para los Indo americanos una lección que no debemos dejar pasar por alto. Hace 100 años Manuel Gonzáles Prada sentencio: "donde se pone el dedo brota pus"; hay un refrán popular que también dice: "mal de otros consuelo de tontos", los peruanos no nos alegramos porque la ineptitud y la corrupción sea un mal que se ha metido desgraciadamente en muchas sociedades del mundo.
Por el contrario, creemos que este mal ha permitido que los malos políticos cada año nos roben 13 mil millones de soles -no me voy a poner a sacar la cuenta de cuantos hospitales, escuelas, vías de comunicación o represar hídricas que aliviarían la sed de ciento de pueblos se hubieran hecho- Lo que si debo decir, es que el pueblo, es decir, nosotros, los que contribuimos con nuestros impuestos, producto de cada compra que hacemos, tenemos que reaccionar ahora. Basta de quejarnos y dejar pasar este asalto despiadado a nuestra economía popular.
La Sunat, en sus diferentes informes, refleja que la economía en el Perú es 60 % informal y se gastan millones de soles en los medios de comunicación para según ellos acortar esta brecha, el ejecutivo y legislativo, sacan decretos supremos y leyes para aminorar la informalidad.
Pero de que sirve todo eso cuando el pueblo que no es tonto -por no decir cojudo- sabe que cada real que paga se va al bolsillo de los que hacen obras -de mala calidad- y que encima nos roban. Que importante es recordar aquella frase lapidaria de Gonzáles Prada y ojala que ella ayude a evitar que la pus envuelva a nuestro querido país. Los fiscales y jueces, gracias a Dios han reaccionado y ojala que mas temprano que tarde metan a la cárcel a todos los "políticos" ladrones. Ese hecho servirá como ejemplo para que la base tributaria comience a crecer y la informalidad en todos los campos vaya reduciéndose.
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