FRATERNIDAD CON TODOS. ¡SIEMPRE!



En el calendario de los aniversarios nacionales, febrero tiene una significación especial -para los Apristas y no Apristas-, para los peruanos que están en nuestra patria y para los que viven en alguna parte del mundo; por lo tanto, de alguna manera la figura de Víctor Raúl y el mes de febrero están ligados a nuestro recuerdo. Las palabras Fraternidad y Compañero encierran un contenido filosófico, profundo y místico para la gran familia creada por Haya de la Torre.
Manuel Seoane Corrales, en 1946, frente a una gran multitud, instauró el Día de la Fraternidad, en ése histórico acto popular, el 'Cachorro', expresó fielmente el sentir del pueblo Aprista. "...Por mandato popular de abajo hacia arriba y con el voto aprobatorio de los mártires del pueblo, ésta fecha queda consagrada desde siempre y para siempre como el día de la Gran Fraternidad, en homenaje al Indoamericano Víctor Raúl Haya de la Torre".

Nuestros lemas de lucha, guardan la historia que expresan el pensamiento Aprista, ellos nos acompañaron desde las épocas aurorales; por eso, cada vez que escuchamos:
en el Dolor Hermanos, en la Victoria Hermanos; Fé, Unión, Disciplina y Acción; solo Dios Salvará mi Alma y solo el Aprismo Salvará el Perú, Seasap, Justicia Social de Pan Con Libertad, Viva el Apra, nuestra Marsellesa, nuestra Marcha Aprista, o el nombre de nuestro Jefe; nuestro corazón y nuestro pensamiento nos llevan inmediatamente hacia el APRA; porque Haya de la Torre creó la más grande Fraternidad, y el eje central e indiscutible de ésta gran familia es y será Víctor Raúl.

Hoy día, Haya de la Torre se ha convertido en patrimonio de la humanidad; así lo sienten las mujeres, los jóvenes, los hombres, los profesionales, los estudiantes, los niños, los abuelos, los obreros, los campesinos, los emergentes, los intelectuales y muchos empresarios; así lo sentimos en la costa, en la sierra, en la selva; en el norte, en el centro y en el sur de nuestra patria, porque todos somos Haya de la Torre, por que su obra, el APRA, y sus aportes a la vida social y política del mundo, son carne de nuestra carne y sentimiento de nuestros sentimientos.
Para los Indoamericanos, es el Hombre del siglo XX, y para los Apristas, sigue siendo el Hermano Mayor, el Maestro, el Guía, y siempre el Jefe; por que su ejemplo de vida, clara e inmaculada, nos enseña que la eficiencia, la honradez, la humildad, la solidaridad y la lealtad para servir al pueblo, es la bandera que debemos llevar y el camino que todos debemos seguir.

El día de la fraternidad, debe servir para que los militantes le preguntemos a nuestras conciencias, que hemos hecho por el APRA y por el Perú, y también, para preguntarle a las conciencias de cada dirigente, y de cada autoridad pública que salieron, o representaron a nuestro Partido, si han cumplido con la responsabilidad y el mandato que el partido les entregó.

Ésta fecha que vive en el corazón y en el pensamiento de cada peruano, debe servir para resaltar lo que Víctor Raúl ha dejado como herencia para todos nosotros.

Reconociendo que estamos sujetos a las leyes del cambio; podemos afirmar con toda seguridad, que las tésis doctrinarias y filosóficas de Haya de la Torre, sustentada en el Espacio-Tiempo-Histórico, en el Frente Único de Trabajadores Manuales e Intelectuales, en la integración, en la democracia económica, en nuestro martirologio de todos los tiempos, en el estatuto -que es nuestra constitución- y en las normas partidarias -que son nuestras leyes- son la garantía, para que el APRA siga siendo la vanguardia, el partido de la juventud y la fuerza moral. que nuestra patria necesita.

Reconocemos que en éste mundo cambiante y globalizado, la explotación del hombre por el hombre, o del hombre por el estado, aún existe, que las leyes que rigen nuestra sociedad son lejanas a los intereses del pueblo y de los trabajadores; por lo tanto, las autoridades que nos representan, tienen la obligación de luchar por que estos derechos vuelvan como lo hicieron nuestros grandes luchadores desde 1918.
La solidaridad es necesaria, en fin, la ciencia tiene que ir de la mano con la justicia social, para lograr una sociedad con desarrollo humano, sin explotados ni explotadores, por eso, podemos decir con toda seguridad, que Haya de la Torre y el Apra están mas vigentes que nunca.
SEASAP.

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